Ya no sos humano. Al menos no del todo. Comenzó la mutación. Ya no querés volver atrás. Porque todas tus percepciones son desconocidas. Porque tus sentidos están definitivamente alterados. Estás conociendo esa otra parte. De a poco, sus proporciones humanas varían. Tu instinto se expande. Sos un animal, claro, pero un animal que está inventando. Un animal que está proyectando. Un animal único.
Bestial, simplemente. Perverso. Porque tomar la senda animal es proseguir en el camino contrario. Estás nuevamente en el mismo sitio, pero de a poco comenzás a desconocerte. Tu sexo no es el de ningún animal conocido. Es un sexo alien de inspiración animal. Querés llevar ese extravío tan lejos como puedas.